En la realidad de la empresa familiar coexisten dos lógicas: la familiar-afectiva y la empresarial-racional y ambas esferas han de ser reconocidas y comprendidas.
Cualquier aproximación a la empresa familiar, tanto si es para propiciar su creación, mejorar su profesionalización, su crecimiento y rentabilidad o facilitar su continuidad, necesariamente ha de partir del reconocimiento de la complejidad de sus relaciones humanas, de las fuertes reacciones emocionales que éstas provocan, y de sus impacto en las decisiones y actuaciones empresariales.
Ventajas competitivas:
- Perspectiva a largo plazo: actúa con una visión estratégica a largo plazo, procurando maximizar la riqueza de los accionistas, incluso los de las siguientes generaciones.
- Unidad y compromiso: la unidad entre los miembros de la familia, la voluntad de seguir juntos y el compromiso con ideales y metas comunes motiva a los miembros de la familia empresaria a dar lo mejor de sí mismos, sin escatimar dedicación ni sacrificio personal.
- Énfasis en la calidad: el buen nombre y prestigio depende de la calidad percibida de sus productos y servicios. El trato personalizado y el compromiso a largo plazo con sus clientes.
- Poca burocracia, flexibilidad y rapidez: la concentración de poder de decisión y la escasa burocracia, permiten la rápida adopción de decisiones.
- Fuerte sentido de responsabilidad hacía la sociedad local: la vinculación familiar al entorno geográfico donde la empresa opera potencia el compromiso con la sociedad local.
- Trato leal a los empleados: la continuidad de los empresarios familiares en el control y dirección de la empresa propicia relaciones justas y leales con sus empleados que con frecuencia responden con la misma moneda.
- Independencia de acción: falta de presión por parte de accionistas públicos para obtener resultados a corto plazo.
- Aversión a la deuda: tienden a evitar el endeudamiento, financiando internamente las inversiones.
- Inclinación a reinvertir dividendos: libres de presiones para dar resultados a corto, la tendencia a reinvertir dividendos hace a las empresas familiares más resistentes cuando se atraviesan tiempos duros.
- Entrenamiento temprano de los miembros de la familia: el amplio "expertise" de los miembros de la familia más veteranos permite una trasmisión temprana de los conocimientos a la siguiente generación.
- Conservación del espíritu innovador y emprendedor: el fundador de la empresa suele mantener el afán innovador a lo largo de su vida laboral, y en ocasiones este espíritu se trasmite a la siguiente generación.
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