La positividad genera positividad.
Le negatividad genera negatividad.
La risa genera risa.
Las lágrimas generan lágrimas.
El miedo genera miedo.
La confianza genera confianza.
Y así se hace con las palabras de calidad, las palabras sólidas, las palabras de prestigio, las palabras sinceras, las palabras clásicas, las palabras felices, las palabras calurosas, las palabras familiares, las palabras humildes, las palabras seguras, las palabras orgullosas, las palabras risueñas, las palabras positivas, las palabras emocionantes...
Si falta la confianza, dificílmente podremos cerrar una venta. Cuando el vendedor cierra la venta con confianza, instila en su cliente la misma confianza que él o ella necesitan para decir que sí.
El único momento en el que el vendedor puede garantizarse el mando total de su actitud durante la venta es cuando se acerca a su cliente. Solo él determina su actitud en ese momento.
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